
Un fabricante de muebles y amante de la decoración decidió hacer sillones para mascotas que se integran totalmente a la decoración de la casa. Es el fin del “bájate de ahí” con los amigos peludos.
Nunca pensó que la decena de “camas” que destrozó su perro Oddie, un Boston Terrier, iba a ser el primer paso para desarrollar su emprendimiento de muebles para mascotas. Esteban Peña tuvo una idea que invita a decir ‘adiós cama, bienvenido sillón’, porque ¿qué mascota no prefiere el sofá del living antes que un cojín en el suelo? “Me gusta mucho la decoración, durante años trabajé en esta área del retail, y pensé por qué no hacer una cama para perros que se viera armónico con el espacio que tenemos en la casa. Como ya fabricaba muebles, le pregunté a mi maestro si podíamos modificarlo y hacerlo apto para perros. Me miró un poco extrañado y no entendió bien al principio, pero al final logró lo que yo quería y llegó con el primer modelo, el “Vintage Real”. Cuando lo vimos listo y a nuestro perro muy cómodo sobre él, pensamos que podía ser una buena idea venderlos. Hicimos una cuenta de Instagram y prendió muy rápido, en dos semanas ya teníamos más de mil seguidores, sin hacer publicidad”, cuenta Esteban.
¿Qué respuesta vieron del público?
Justo coincidió que venía la feria Expo Pets y decidimos llevar los productos. Yo no conocía el mundo de los productos para mascotas porque mi rubro original son los muebles, pero decidí probar suerte. Y fue un éxito. Al público le llamó mucho la atención, incluso iban con sus perros o gatos y los subían para sacarles fotos en los muebles. Aparecimos en un matinal, en canales de mascotas y nos domos cuenta de que era un producto súper valorado por la gente.
¿La idea es dejar atrás la guerra con la mascota para que no se suba al sillón y dejar que se suba a esta “cama”?
Exactamente. Lo que yo vi en mi perro fue eso: se subió, se acurrucó y nadie le dijo que se bajara entonces se quedó ahí, feliz. Y eso es lo que pasa con las mascotas, a todos los clientes que las han comprado les pasa igual. Además, es un mueble que no desentona con el resto de la casa, pasa a ser parte del ambiente.
¿Logra armonizar con la decoración de la casa?
¡Mucho! Al tener la fábrica, y un maestro que ya está involucrado, él mismo me dice: “hagamos un modelo como el que le hicimos a este cliente”, y la verdad es que podemos hacer cualquier diseño, pero preferimos focalizarnos en los 11 que tenemos actualmente en la página web, en tres tamaños: S,M y L. Los estilos son variados, van del nórdico al contemporáneo, pero el más vendido sigue siendo el primero que hicimos.
¿Cómo escoges los materiales?
Ocupamos la misma calidad de materias primas que usamos en los muebles para personas. No varía nada, ni la tela ni la densidad de la espuma ni la estructura, todo es igual.
¿Incorporan algún mecanismo que facilite la limpieza?
Hacemos una funda de cojín que se saca. En ese sentido es súper importante escuchar a los clientes y saber qué necesitan. Por ejemplo, me han pedido que haga una funda extra para la época en la que el perro pelecha, y la hacemos. Es más fácil, porque cubre el sillón completo, se saca, se lava y se vuelve a poner. También me pidieron una rampa para un perro chico que no alcanza a subirse, y se la estamos diseñando. Pero lo más importante es conservar la calidad y que sea abordable.
Si la calidad es la misma, este es un mueble que puede durar mucho tiempo, ¿no?
Estos muebles están hechos para durar 20 años o más, así es que sí, si tienes uno, es muy posible que lo use más de una generación.
Puedes visitar su Instagram en este link: https://www.instagram.com/mueblesmascotascl/